viernes, 24 de enero de 2014

El carnaval no respalda al carnaval


Ayer se celebró la presentación del Carnaval Colombino en la Casa Colón. Un acto que, dicho sea de paso, ha dado pena. El poder de convocatoria de esta directiva brilla por su ausencia, a pesar de las buenas intenciones de sus miembros. La participación ha sido mínima, pírrica, ridícula. Con decir que había más gente detrás del púlpito de presentaciones que público asistente queda todo dicho. Con esto queda patente el interés que tiene el mundo carnavalero en acudir a tales acontecimientos.

La intervención del alcalde fue fugaz y patética. Cuatro chascarrillos improvisados y mucho dorar la píldora a los carnavaleros, pero ningún tipo de compromiso para con esta fiesta. Y ante semejante panorama, ¿qué esperar de la ayuda municipal? 

Pienso que el carnaval ha perdido otra oportunidad de oro de demostrar al máximo mandatario del consistorio onubense que esta fiesta agoniza, pero que aún no ha muerto, que la FOPAC no ha dado la importancia que se merece este acto, intentando hacer ver al carnavalero que su presencia era vital para reivindicar delante del  alcalde y el concejal de cultura que nuestras carnestolendas tienen un amplio respaldo en la población. Y si se hubiera hecho, quizás Don Pedro Rodríguez hubiese tenido la voluntad política y la decencia de adquirir el compromiso con nuestros carnavales de invertir un poco de esos 130.000 euros que se ha gastado en publicidad de su propia televisión o los 11.000 que se ha pulido en copas en un establecimiento de la capital en mejorar una fiesta que empieza a estar harta de tanta desidia.


sábado, 18 de enero de 2014

La imaginación como arma


"Una tradición no es negativa por el mero hecho de serlo. Quizás solo debe adaptarse a los tiempos"

No es ninguna novedad decir que el carnaval Colombino no pasa por su mejor momento. El decaimiento de esta fiesta es algo que se viene notando desde hace muchos años y es una tendencia que está siendo muy difícil de parar.

Las causas que han llevado a herir de muerte a nuestra fiesta han sido muchas, pero realmente inciertas de definir. Lo único que mantiene viva la llama es el Concurso de Agrupaciones, pero a este ritmo tiene fecha de caducidad más temprana que tarde.

¿Soluciones? Sinceramente, no tengo ni idea. Intentos de acercar el carnaval a la gente de Huelva han habido muchos, pero todos desacertados. Parchear un año sí y otro también con actos encajonados y queriendo meter al no carnavalero con calzador en una fiesta que sigue acotada han causado más un rechazo que una aceptación del ciudadano de a pie. Sencillamente, las fórmulas usadas no han sido la más adecuadas. ¿Para qué sirve una gigantesca carpa, se ponga donde se ponga, de los carnavaleros para los carnavaleros? ¿O una cabalgata-pasacalles que no hay por dónde cogerla?
 
Confieso que no soy amante del carnaval de calle en absoluto, pero también creo que la única forma de que esto salga adelante está ahí fuera, en los onubenses. Y en su espontaneidad. Si la FOPAC es la encargada de velar por los intereses del carnaval, la FOPAC lleva fracasando en su gestión desde hace muchos años. Porque el fracaso del carnaval de calle es el fracaso de sus dirigentes. Los de ahora y los de antes.
 
El carnaval no se ha adaptado a los tiempos que corren. Es hora de "venderlo" si queremos salvarlo y para eso no hace falta dinero, se necesita imaginación y talento. Pero de eso estamos muy faltitos.

La desaparición de las peñas y la falta de subvenciones que venían del Ayuntamiento también ha sido determinante para que esto se vaya a pique. Y el haber centrado todo el interés única y exclusivamente en el concurso ha provocado rivalidades, peleas y disputas que han distanciado a una gran cantidad de personas que verdaderamente vivían y disfrutaban del carnaval desde otra perspectiva. Esos ya son prácticamente irrecuperables.
 
Conozco a mucha gente de Huelva que en carnavales "emigran" a Cádiz a vivir sus días grandes de carnaval de calle, pero que ni siquiera saben que es el Entierro del Choco. "¿Huelva tiene carnaval?", preguntan incrédulos. Vamos, que haberlos, haylos. Solamente hay que atraerlos.

Yo creo que se debería soltar las riendas del carnaval de calle y entregarle el control al pueblo, que éste sabe muy bien como manejarlo. Las autoridades deben disponer y el pueblo...proponer.