Cuando se olvida el recuerdo
Y se recuerda el olvido
Y se navega en el mar de los sueños idos
Aparentando ser cuerdo
Tratando de desatar el nudo en la garganta
Y acomodar el remolino en el pecho
Y tu pegaso cabalga por el pasadizo estrecho
Donde la musa no canta
Cuando utopía y realidad no se ponen de acuerdo
Y parecen alejar el ideal perseguido
Y vuelve aquel melancólico latído
Y tu corcel avanza tan triste y tan lerdo
Como si el peso del hoy no aguanta
Levanta tu corazón maltrecho
Sin ponerle limites ni techo
Recuerda que por fé…
Hasta el muerto se levanta.
(Julio Valencia, "El rincón del poeta")
Que nuestro carnaval
no pasa por su mejor momento es algo que todos sabemos desde hace algún tiempo.
La crisis que nos atiza de esta manera tan despiadada tiene parte de culpa, sin
duda, pero no es la principal causa del decaimiento de nuestra fiesta.
Hay algo que vengo
observando en el concurso de agrupaciones de Huelva después de haber visto tres
ediciones completas ( y otras muchas esporádicamente) y es la caída en picado
de la calidad de los grupos que se suben a las tablas. Está claro que el que ha sido puntero antes,
lo sigue siendo ahora. Eso es bueno y es malo. Pero ya no se escriben
pasodobles como los de antes, faltan autores de antaño y no hay coplas que te
dejen con la boca abierta y pegado a tu butaca escuchando un repertorio
completo, salvo raras excepciones. Se han retirado autores, directores y
componentes importantes del mundo carnavalero y sus huecos se han quedado
completamente desiertos.
Los cuartetos
prácticamente han desaparecido, sin que haya perspectiva de recuperación en la
modalidad. Las murgas y chirigotas son cada vez más previsibles, las que
quedan; sólo hay puntualmente algún que otro golpe bueno y siempre
protagonizado por los mismos y en comparsas predominan la pluma sin
complicaciones y usando como argumentos la aparatosidad y el piropo forzado. No
sé si es una retirada puntual de las musas en los autores, condicionada por
estos tiempos, que verdaderamente ellos mismos ya no viven el carnaval como
hace alguna década o simplemente que no hay más de donde tirar.
El carnaval es
ingenio, ironía, es algo más que el chiste fácil, es inspiración y llegar a
donde otros no llegan. Es mucho más, es disfraz, baile y espectáculo. Y es ir
hasta donde muchos han llegado y ahora nadie es capaz de hacerlo.
Por eso me gustaba
tanto mi concurso, mi carnaval. Si yo no encuentro esto hoy en día, paren el
tren, que me bajo en la próxima estación.
6 comentarios:
Pues, esperemos sigan a ralentín, y no de pie a más bajadas, Jota.
Da la sensación que este año, el carnaval ha quedado herido, está de capa caída y nos falta tirón. Pero yo soy de los que, si bajo, sería para empujar, aunque nos cueste la misma vida mover el tren, aunque sólo quede un triste bagón. Se que tú estás en ese mismo camino, sólo espero, no tener que hacerlo.
comparto lo que dices, totalmente
¿Sabes qué pasa, Fede? Que yo pienso que los maquinistas jefes han puesto el freno de mano y el tren no se deja empujar. En un mundo donde uno cree que lo suyo siempre es lo mejor, donde es difícil que alguien reconozca sus errores y donde no se valora lo que hace el vecino de enfrente, difícilmente puede todo el mundo empujar en la misma dirección.
Corren malos tiempos, Jota. Lo de la calidad no es un problema que afecte solo a Huelva. O inventamos o entramos en crísis de talentos. El primer paso para superar este bache es "no negarlo" ¿te suena?. Creo que tu reflexión es muy acertada y debería ser tema de debate, de una vez por todas, porque no basta solo con empujar. Hoy he leído lo del concurso del "Pito de Caña" y se me caen los palos del sombrajo ¡no se apunta gente ni para echar un rato cantando!
Hace tiempo que estoy convencido de que, o el Carnaval genera riqueza o está condenado al fracaso. Y no me refiero a que los grupos ganen más o menos dinero, eso llega solo, sinó a que se potencie el consumo para que sea rentable a todos los que estén a su alrededor. No podemos ser una fiesta subvencionada, debemos ser productivos, y ahí también tiene mucho que ver el ingenio, no solo arriba de las tablas. Creo que se debe potenciar la marca "Carnaval Colombino" para que resulte atractiva y a partir de ahí es posible que los responsables de subir a las tablas encuentren una motivación extra para superar estos "tiempos difíciles para la lírica".
"... hay que ver qué Comunidad: Siempre las mismas caras... aquí nadie paga ná... aquí te das media vuelta y te dan una puñalá... ¿PERO ESTO QUÉ ESSSSS?"
Esto es...
Ayyy, Antonio, la autocrítica, tan faltita en nuestro carnaval. El ciclo de Deming o la rueda de Deming se basa en: Planificar, hacer, verificar, actuar.....planificar. Está comprobado que este modelo garantiza el éxito. Hay que reinventarse cada año, tarea tremendamente complicada, pero pocos, muy pocos, lo hacéis. Y es verdad, el concurso de Cádiz también va por los mismos derroteros, salvo raras excepciones, a mí no me llena como lo hacía antes. Y es lo que yo, como espectador, demando a los grupos y autores.
P.D.: ¡Qué buen estribillo!...¿tú crees que alguien lo pilló, a excepción del Lolo?.....jeje..:-P
Yo no voy a ser tan correcto como vosotros.
No podemos pedir peras al olmo, por más que nos duela.
Por un lado pienso que probablemente es de los momentos en el que más gente o aficionado joven veo en el mundo, pero amigos mios, comprarte los cd´s de Aragón, una bufandita para ir a los ensayos y tener una voz regularcita para cantarle a la chorvi en el coche, jamás te dará ingenio, cultura ni capacidad para sacar una autoría, con el verdadero significado de la palabra Autor.
A día de hoy a esta fiesta le falta cultura, por favor, que hace unos días he leido que han querido pegar a no se quién en la asamblea ¡¡¡ ... un "autor" preciasamente...
Excepciones??? si, por supuesto, los niños de Cristobal, que maman carnaval desde que nacieron, Diego y David, que dan frescura con un humor "distinto", Sergio el Piti, que es un tio perfeccionista y muy currela, Horacio, capaz de sacar cositas buenas ... pocos más.
Antonio, con los "mimbres" que tenemos actualmente, se me antoja imposible crear la marca "Carnaval Colombino".
Se hicieron jornadas en la universidad, de manera muy acertada, y cuántos carnavaleros "jóvenes" fueron??? la mayoría no sabian donde estaba la universidad ¡¡¡
Podría seguir poniendo ejemplos, pero que dejaría entonces para cuando tomemos una cervecita???
Lolo
Llevamos años hablando de dotar al Carnaval de instrumentos que den una visión productiva, creado una "Marca o producto", que generen recursos suficientes. Nos hemos acostumbrado a que nos den todo hecho. Y a pesar de que a muchos les cueste asumirlo, es uno de los caminos a seguir. Es una realidad a la que nos enfrentamos desde hace unos años, y posiblemente, si no se remedia, acabará por consumirnos.
Me hace gracia que hables de los cuatro pasos de Deming... Demasiados para lo que tenemos, con todo el respeto. Mas que espiral continua, esto es un declive, y muy obvio, y no circunstancial, como algunos comentas. Llevamos unos años observando dichas carencias y seguimos limitándonos al cambio directivo.
Sigo pensando, que al margen de quién regente la fiesta, y se impregnen de "titulitis", debería existir un grupo de carnavaleros con una visión más amplia, con un carácter critico y analista, y con una actitud de riesgo, medido, por supuesto, pero con las nociones necesarias para solventar esta situación, que cada año va in crescendo, y en este caso, como algo negativo. Pero claro, en la mayoría de los casos, nos limitamos a… cada cual a lo suyo. Se que existen intentos de mejora, de eso no cabe la menor duda, pero sin saber hacia dónde caminar. Creo que deben acabar los “palos de ciego”, de tirar la red en cualquier sitio, sobre todo, por el coste que genera el recogerla. Se nos acaban los recursos, tanto económicos como humanos, y estoy con Lolo, en cierta pate, aunque adorne mis palabras, Las intenciones o ganas de levantar esta fiesta, no son suficientes, mientras Deming, siga sonando a la mujer de Tom Cruise.
Publicar un comentario